Beatriz Giovanna Ramírez en Pincelada rosa

martes, 9 de febrero de 2010

Poema "África" de Jacques Roumain



A todos lo que asistieron y participaron del Macrofestival benéfico, ayuda para el pueblo de Haití, en el Benidorm Palace, en la Provincia de Alicante: "Muchas Gracias". Agradezco en especial a mis compañeros del Liceo Poético de Benidorm, que con su sensibilidad y fuerza, llenaron el espacio con la poesía de los poetas haitianos, en un recital poético musical. Una entrega sensible y buena que en mi memoria siempre prevalecerá. Al leerlos, amigos, sólo sentí dolor, hay pueblos que aunque les pase el tiempo siguen llorando lágrimas de sangre. Les comparto el poema que leí "África" y una breve biografía del Poeta. 
Jacques Roumain nació en Puerto Príncipe, Haití, en 1907. Fue asesinado en plena lucha política en 1944. Sus obras consideradas maestras, se editaron poco después de su muerte y revelan instancias sensibles de la historia y la cultura haitianas.





ÁFRICA  


África…

he guardado tu recuerdo.
África, estás en mí como la astilla en la herida,
como un fetiche tutelar en medio de la aldea.


Haz de mí la piedra de tu honda,
de mi boca los labios de tu llaga,
de mis rodillas las columnas rotas de tu humillación.


Sin embargo, no quiero ser más que de vuestra raza,
obreros campesinos de todos los países...
obrero blanco de Detroit, peón negro de Alabama.


Pueblo innumerable de las galeras capitalistas,
el destino nos yergue hombro con hombro,
y, renegando del antiguo maleficio de los tabúes de la sangre,

pisamos los escombros de nuestras soledades.

Si el torrente es frontera,
arrancaremos al declive su cabellera irrestañable.
Si la sierra es frontera,
romperemos la mandíbula de los volcanes

que refuerzan las Cordilleras,
y la llanura será la explanada de la aurora,
donde reunir nuestras fuerzas descuartizadas
por la astucia de nuestros amos.


Como la contradicción de los rasgos
se resuelve en la armonía del rostro,
proclamamos la unidad del sufrimiento

y de la rebelión de todos los pueblos
en toda la superficie de la tierra,
y mezclamos el cemento de los tiempos fraternales
en el polvo de los ídolos.